2020/21
N.º 8D Leer juntos poesía En ochenta y seis centros educativos de Aragón Rueda A.
SER REBELDE Doris Lessing (Kermanshah, Irán, 1919-Londres, 2013)
Ser rebelde lleva la vida entera, borrarte los privilegios de la piel, inscribirte en la soledad del desacuerdo, dejar atrás a los usurpadores... No hay premio a una rebelde más allá de poder regar sus flores en el tiempo que apropia, salir a dar de comer a las aves una mañana donde el capital devora, sonreír con los dientes maltrechos ante la desventura del desayuno, ser indigente en la casa que nadie sueña. Las rebeldes saben de qué están hechos los premios, rechazan los mendrugos que lanza la mano del opresor. Una rebelde tiene como único premio la vida, porque de ella nadie se apropia, en ella nadie la usurpa, porque es la única tierra propia de cada rincón donde duerme. Su rebeldía alcanza siempre a cobijar el desánimo del progreso y si de paso una rebelde tiene la alegría en soledad, ha vencido al mundo. [Poema «The Misfits» en INOPA Anthology 2002. Poems by Doris Lessing, Robert Twigger and TH Benson, 2002]
Doris Lessing (Kermanshah, Irán, 1919-Londres, 2013). Los primeros 30 años de su vida transcurrieron en Zimbabwe. Abandonó con 14 años los estudios y se casó dos veces. África es materia narrativa de algunas de sus novelas, así como el tema de la emancipación de la mujer. En Canta la hierba, se opone a la política racial, tema que continuará en la serie Hijos de la violencia, donde narra la liberación social y racial de Martha Quest (la protagonista). Lessing también hizo incursiones en el relato breve y en el terreno de la fantasía (Cuentos africanos, Conopus en Argos.Archivos). Con El cuaderno dorado, la autora llega a su madurez abordando temas como: la política, la mujer madura y el conflicto generacional. En 1987 recibió el premio Mondello por La buena terrorista, y, ya en la década de los 90, aparecen dos volúmenes de memorias: Dentro de mí y Un paseo por la sombra. En 2001 recibió el premio Príncipe de Asturias de las Letras y en 2007 el premio Nobel de Literatura. Agradezco mucho haber leído este poema, ya que yo pensaba que la rebeldía eran cosas malas y me ha cambiado la manera de ver la rebeldía, ya que también hay cosas positivas. (Nayara García, 1º ESO) A mí me gustan los dos últimos versos del poema, porque los rebeldes están alegres y han vencido al mundo, transmitiéndonos paz, compasión y alegría, que es lo que las personas necesitan. (Adrián Forniés, 1º ESO) Una rebelde debe ser alguien intolerante con los usurpadores, porque si los tolera, seguirán influyendo en su vida; la rebeldía puede ayudar al progreso. (Iván Dieste, 1º ESO) Los rebeldes piensan por sí mismos y no por los inconvenientes de sus actos, lo que supone el progreso de la Humanidad. (Juan de Diego, 2º ESO) Ese sentimiento de sentir algo fuera de los esquemas…no conformarme con lo establecido, me hace ser diferente y, muchas veces, excluido; pero me lleva a evolucionar también. Algún día me gustaría cambiar las cosas. (Alberto Gimeno, 3º ESO) El poema me transmite una buena sensación, la rebeldía, bajo mi punto de vista, está más cercana a la libertad. Nos habla de libertad y de vivir alegres. (Marina Escudero, 3º ESO) Para mí este poema habla sobre todo del inconformismo. Me he sentido bastante identificada, ya que soy una persona que me cuestiono todo y no me conformo fácilmente. Si no buscas el sentido crítico o te quedas callado ante una injusticia las cosas no cambian. Los y las rebeldes son necesarios, siempre lo han sido a lo largo de la Historia. (Irene Pérez, 3º ESO) Este poema nos incita a romper con la normalidad y a volvernos personas libres e independientes. (Álvaro Burgos, 3º ESO) Me parece un buen poema, en el que se describe la vida de una rebelde, de una persona a la que no le gusta el sistema, que no lo cumple. Un sistema, que hoy en día controla todo. (Daniel Viloria, 3º ESO) Alumnado del IES Élaios, Zaragoza Poesía para llevar está en las bibliotecas de los centros y en: